diumenge, 20 de juliol del 2008

Notícies d'impacte

Miralles reta a Saura a celebrar primarias

Esquerra Unida i Alternativa quiere abandonar progresivamente su condición de socio minoritario de ICV. Así lo expondrá en el congreso que el partido celebrará en otoño, donde planteará retos difícilmente asumibles por los ecosocialistas. El más llamativo es el de celebrar primarias internas entre los dos partidos, lo que podría llegar a enfrentar al presidente de ICV, Joan Saura, con el coordinador de EUiA, Jordi Miralles, en unas primarias para decidir el candidato de la coalición a la Generalitat.

No es voluntad de EUiA entrar en esta dinámica, pero en el informe aprobado ayer en su consejo nacional, el referente de IU en Cataluña hace un balance con claroscuros de sus relaciones con Iniciativa. Admiten que su espacio político ha crecido, pero lamentan que pese más en la coalición su marca ecologista que la de izquierdas.

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Cataluña es distinta en Google Earth

La empresa achaca a la alta resolución de las imágenes de la Generalitat la diferencia con el resto de España

En Google Earth, el prodigioso programa para sobrevolar el mundo, Cataluña es claramente un ente distinto dentro de la Península. Tiene un color especial, un sombreado diferente que la hace destacar aunque uno observe Europa a miles de metros de distancia.

La empresa y los técnicos explican este fenómeno, que no esconde connotaciones políticas. "No tiene nada que ver con el tripartito", explica Daniel Gómez, responsable de Internet del Instituto Cartográfico de Cataluña, que suministra a Google las imágenes de Cataluña. "No es nada político", clama una portavoz de la empresa. La explicación de Gómez es más sencilla -y no implica a Carod Rovira ni a Maragall-. "Le hemos proporcionado a Google fotografías aéreas tratadas, lo que se conoce como ortofoto, que tiene más resolución que las imágenes de satélite que se utilizan en la inmensa mayoría de España". En el resto del país hay puntos con tanta resolución como Cataluña -lo mismo ocurre en Gales o en zonas de Dinamarca o Estados Unidos, según Gómez-, pero ninguno tan grande, lo que hace que casi no destaquen.

La cuestión, que permite distinguir una vaca en Cataluña pero no en Galicia, ha levantado sesudas discusiones en Internet: "¿Ha empezado la independencia?", se pregunta un internauta en un foro.

Gómez señala que la Generalitat realizó un muestreo de toda Cataluña con fotografías aéreas, lo que permite ver Cataluña con una resolución de hasta medio metro: "Se hace con avionetas y luego las fotos se tratan, se corrigen, se trata la luz y se eliminan las nubes. El resultado es que tenemos mayor resolución que en el resto, donde se utilizan imágenes de satélite, que tienen menos resolución. Pero no hay, como se dice por ahí, ningún trasfondo político". Gómez lleva semanas dando la explicación y ya la suelta de corrido.

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Martín, sin suelo bajo sus pies

El presidente de Martinsa se siente abandonado por el Gobierno y los bancos

Zapatero: "Arregla lo de Fernando". 23 de junio de 2008. Sede del Consejo Económico y Social (CES), antiguo edificio del diario Pueblo, junto al paseo del Prado. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, presenta su paquete de medidas para hacer frente a la desaceleración económica. En el auditorio están todos los que tenían que estar porque le deben algo al Gobierno o aspiran a debérselo. Emilio Botín, Florentino Pérez, José María Entrecanales, Juan Miguel Villar Mir... y Fernando Martín. Aplauden al presidente, que presenta 21 medidas (¿alguien se acuerda de alguna?) para salir de una crisis que oficialmente no existe.

"Zapatero no quería tener su PSV particular en plena campaña electoral", dice un empresario

Martinsa sostiene que el 4 de julio el ICO dijo sí al crédito y tres días después se desdijo

Solbes reconoce que intentó echarle una mano pero sin ningún pacto en firme

Sebastián es ahora el principal apoyo de Martín en el Gobierno

"Martín no es el promotor que coge el dinero y corre", dice Pedro Pérez

Martín también aplaude, pero no ha venido a eso. El presidente de Martinsa-Fadesa ha acudido a pedir. A pedir o a recordar que el Instituto de Crédito Oficial (ICO), el banco del Estado, tiene que darle un préstamo de 150 millones antes del 7 de julio para que los 45 bancos a los que debe 4.000 millones de euros accedan a aplazar el pago de esa inmensa deuda. Pero el poder sólo amamanta a sus crías más fuertes. A las débiles las deja a su suerte. Y el presidente de la mayor inmobiliaria española hace tiempo que perdió el apoyo del poder. Justo meses después de que comenzaran a dejarse ver los efectos de la llamada crisis de las subprime (o hipotecas basura) en Estados Unidos, de finales del verano pasado, y los bancos españoles cerraran de golpe el grifo de la financiación.

Pese a todo, Fernando Martín sacó fuerzas de flaqueza para aproximarse a Zapatero en ese acto (hay fotografía del breve encuentro). Uno de los presentes, que conoce al empresario vallisoletano, dice que el presidente del Gobierno, pese al revuelo, no sólo le atendió, sino que además se puso en contacto con un alto cargo de Economía para trasladarle su preocupación por el problema de Martinsa. "Arregla lo de Fernando", dicen que dijo. La frase pudo tener como destinatario a David Vegara, secretario de Estado de Economía, según las mismas fuentes, aunque desde el ministerio se niegue tajantemente. En realidad, en el relato de los meses previos a la mayor suspensión de pagos de la historia empresarial española, los hechos difieren según quién sea el que los cuente.

Pronunciara o no la frase Zapatero, lo que nadie se atreve a desmentir es que Moncloa y el Ministerio de Economía conocían perfectamente las dificultades financieras por las que atravesaba Martinsa, porque la inmobiliaria había pedido el amparo del Gobierno mucho antes de las elecciones del 9 de marzo.

Martín llegó a acudir a la Moncloa a finales de 2007 a pedir apoyo. Desde el entorno del equipo económico del Gobierno se asegura que nunca se plantearon ayudar a la empresa con dinero público. En cambio, fuentes cercanas al empresario apuntan directamente a un compromiso del jefe del Ejecutivo -transmitido por sus colaboradores- de ayudar a Martín si éste no presentaba concurso de acreedores (la antigua suspensión de pagos) antes de las elecciones, con el fin de no alertar al electorado de la crisis por la que atravesaba el sector en el que se basaba el crecimiento de un país que estaba "en la Champions League de las economías", según la expresión mitinera empleada en la campaña por Zapatero.

"Zapatero no quería que Martinsa-Fadesa se convirtiera en su PSV particular, con 12.000 familias reclamando sus viviendas en plena campaña electoral", señala un empresario del sector en alusión al escándalo de la cooperativa de UGT que dejó sin hogar a 20.000 familias en los años noventa y a cuyo rescate tuvo que salir el Gobierno de Felipe González.

La comparación es exagerada. Incluso en el entorno de Fernando Martín se reconoce que ambas situaciones no son comparables. "Aquí nadie ha cogido el dinero y se ha ido. Se trata de que los bancos, por la coyuntura internacional, dejaron de inyectar fondos al sistema, una crisis de liquidez".

Una opinión que comparte José Manuel Galindo, presidente de Asprima, la patronal inmobiliaria madrileña. "Es un problema que responde en gran medida a causas exógenas, de una falta absoluta de liquidez que nadie podía prever hace un año y que afecta, de una u otra manera, a las 40.000 empresas inmobiliarias que hay en España y que se enfrentan a un brusco cambio de escenario, en que los bancos han cortado el grifo".

A Martín, ese corte en el suministro de dinero fresco le ha costado hasta el sueño. "Dice que es la primera vez en su vida que tiene problemas para dormir, ni siquiera cuando compró Fadesa padeció de insomnio", confiesa alguno de sus allegados. No es para menos. Martinsa-Fadesa decidió acogerse al concurso de acreedores el pasado día 14, con un pasivo de más de 6.200 millones. Atrás quedaba el sueño de Fernando Martín de erigirse en el presidente de la primera inmobiliaria europea.

Martín decidió comprar Fadesa en marzo de 2007. Abonó 2.500 millones a su principal propietario, Manuel Jove. Como consecuencia de la operación, cuyo coste total rondó los 4.000 millones, nació el líder del sector, pero a costa de una deuda de más de 5.000 millones. Un grupo de bancos encabezados por Caja Madrid, La Caixa y Banco Popular, financió la adquisición. A finales de 2007 se complicó la situación por la falta de liquidez. Tras arduas negociaciones en pleno periodo preelectoral, se logró alcanzar un acuerdo el 7 de mayo con 45 entidades para reestructurar la deuda y aplazar su pago hasta 2011. Se supeditó ese plan de salvación a que se obtuviera un crédito antes de dos meses de 150 millones de cualquier entidad autorizada para operar en España. "Hemos aprobado el teórico; ahora nos queda el práctico", dijo Martín tras lograr el acuerdo. No le faltaba razón. Ese crédito de 150 millones estaba siendo negociado con el ICO, que finalmente se negó a darlo.

La decisión del ICO se toma en Martinsa casi como una traición. Fuentes cercanas a la empresa señalan que el propio presidente del banco público, Aurelio Martínez, aseguró el 4 de julio que concedería el préstamo, pero tres días después, el 7 de julio, cuando vencía el plazo, a las 11 de la mañana comunicó que daba marcha atrás. La suspensión de pagos era casi inevitable. Martín se queja amargamente a los suyos de que si el Ejecutivo le llega a decir antes que no iba a prestarle esos 150 millones, que llevaban negociando desde hacía ocho meses, habría buscado alternativas. De hecho, lo intentó a la desesperada con entidades privadas, pero todas le cerraron las puertas. El ICO no comenta esta operación, y se remite a Economía. Desde el ministerio se reconoce que hubo contactos, pero "nunca se le prometió nada, y menos con un notario de por medio, como se ha dicho por ahí", afirman en fuentes del departamento de Solbes.

Martín se pasó la semana siguiente consensuando con los máximos responsables del Banco Popular (Ángel Ron), La Caixa (Juan María Nin) y Caja Madrid (Miguel Blesa) el concurso de acreedores que iba a ser presentado en el Consejo de Administración del lunes, día 14. Ese fin de semana fue de pasión. Con todo, el empresario vallisoletano no despista su actividad. El sábado, día 12, viaja a Marruecos, para asistir a una inauguración en Saidia, una zona en la costa en la que se están desarrollando grandes proyectos turísticos y urbanísticos. El monarca Mohamed VI estaba presente en el acto.

El domingo ya está en Madrid y se pasa todo el día trabajando. El lunes, a las cuatro y media de la tarde, comienza el consejo en las oficinas de Castellana, 93. Toda la documentación del proceso concursal está preparada desde hace semanas. La reunión dura cinco horas, y la decisión, que se toma por unanimidad, se comunica a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Martín se queda en las oficinas hasta las 12 de la noche repasando con sus más allegados la situación. Estaban su director financiero, Ignacio Pura; el director de desarrollo, Luis Cuevas; el jefe de gabinete, Arturo Fuentes, y el secretario del Consejo, Luis Varela.

La noticia de la suspensión de Martinsa, no por esperada, deja de caer como una bomba, abriendo los ojos de una crisis que muchos se resistían a ver. Entre ellos, los del ministro de Economía, Pedro Solbes. El vicepresidente reconoce que se conocían desde hace meses los problemas de Martinsa y se buscaron fórmulas para "echarle una mano", pero argumenta que el dinero público del ICO no está para inyectar fondos a empresas en dificultades.

Un argumento irrefutable, dicen fuentes cercanas a Martinsa, si no fuera porque el ICO suscribió en 2007 junto a una treintena de entidades el crédito sindicado que permitió a Habitat adquirir Ferrovial Inmobiliaria (más conocida por sus franquicias Don Piso) por 1.745 millones de euros, y al que la promotora catalana tampoco pudo hacer frente. En el entorno de Martín no se entiende que el ICO que les niega ahora un 3% de su deuda aceptara a finales de febrero pasado, días antes de las elecciones, refinanciar la deuda de Habitat para salvarla de la suspensión de pagos. Ni el ICO ni el Ministerio de Economía han querido explicar esta operación. "El ICO no comenta las operaciones concretas que realiza", dijeron en fuentes del banco.

Por eso, otras fuentes del sector apuntan a un problema de "celos" entre Solbes y David Taguas, director de la Oficina Económica del presidente del Gobierno hasta después de las elecciones, cuando fichó -con escándalo de por medio- por SEOPAN, la asociación que agrupa a las grandes constructoras. Taguas es el otro personaje del culebrón, porque ha militado en los dos bandos. "Cuando estaba en Moncloa se mostró mucho más receptivo que Solbes con los problemas de Martinsa y otras inmobiliarias", señalan en fuentes del sector. Ahora que defiende los intereses de las constructoras, no ha tenido más remedio que reconocer, a pregunta expresa de EL PAÍS, que "por supuesto" que tuvo "seguimiento de esa empresa y sus problemas cuando estaba en la Oficina", señaló en Santander, informa Pilar Álvarez.

"Martinsa-Fadesa ha tenido un desenlace desgraciado porque era perfectamente evitable, ya que la mayor parte del trabajo necesario para salvarla se había hecho en tiempo y forma", señala Pedro Pérez, secretario general del G-14, el lobby que crearon los inmobiliarios bajo la iniciativa precisamente de Fernando Martín.

Pero disculpar a Fernando Martín como víctima de una conspiración con tintes políticos no sería justo. Nadie le empujó a comprar Fadesa. Y, aunque caído en desgracia, queda en mejor posición que las 12.500 familias que esperan la entrega de su vivienda o los 234 trabajadores despedidos.

El presidente de la Asociación de Promotores Constructores de España (APCE), Guillermo Chicote, tiene una explicación muy sencilla de lo sucedido: "Martín decidió comprar una compañía de mayor dimensión que la suya en un momento en que la banca prestaba dinero con cierta facilidad. En septiembre hubo una crisis financiera mundial y la situación dio un giro de 180 grados, que derivó en problema del sistema de liquidez. Y no ha podido reintegrar sus créditos. Martín tenía las cartas muy altas y ahora las tiene más bajas. Hay otras empresas que están en las mismas circunstancias. No venden casas porque a los compradores no les dan hipotecas los bancos".

Nadie niega que Martín es ambicioso. Por ahorrar al lector la manida historia del hombre hecho a sí mismo, sólo unos apuntes biográficos. Nacido en Trigueros del Valle, un pequeño pueblo de Valladolid, estudió Química más que nada por ser el hijo de la farmacéutica, aunque apenas ejerció. Pronto se inició en la política en las filas de la UCD, en plena transición, lo que le abrió las puertas y la agenda para una brillante carrera como inmobiliario basada en transformar terrenos rústicos en urbanizables. Se instaló por su cuenta en 1991, fundando Martinsa, y se forró con operaciones como la urbanización de los nuevos barrios de Madrid, los llamados PAU (Montecarmelo, Las Tablas, San Chinarro, entre ellos). Fue protagonista principal de varias batallas en el sector como la de Sacyr Vallehermoso o la de Metrovacesa, y accionista significativo de Telefónica, Santander, BBVA, entre otros. Y se hizo famoso al ocupar por unos meses la presidencia del Real Madrid.

Y si el Gobierno ocultó la crisis, Martín no se quedó atrás. A finales de 2007, cuando ya conocía la crudeza de la crisis de Martinsa, aún decía estas perlas en público: "La crisis no nos afecta porque podemos vender el 85% de nuestras viviendas por menos de 200.000 euros"; "Martinsa-Fadesa es una compañía poco endeudada"; "es cierto que el sector atraviesa una situación difícil, pero este año terminaremos con 16.000 viviendas prevendidas, lo cual nos permitirá afrontar con optimismo moderado los próximos años"; "decir que la compañía va a duplicar sus beneficios en cinco años es un objetivo cumplible".

En su entorno, disculpan este optimismo de Martín, y creen que no actuó de mala fe, porque aún creía que podía superar la situación y convencer a los bancos de que le dieran algo de oxígeno. Un repunte inesperado en las ventas de noviembre también dio alas a ese optimismo. Pero los bancos no abrieron la espita, y las finanzas de Martinsa se desmoronaron como un castillo de naipes, o de ladrillos, para ser más precisos.

Dice uno de sus allegados que cuando Martín se quejó al propio Emilio Botín, presidente del Santander, de que había inmobiliarias que estaban pagando el 10% por los créditos cuando el Euríbor estaba al 3,5%, el banquero le contestó: "Tenemos que ser selectivos. Lo importante ahora no es a cuánto se paga, sino a quién se le da".

No le faltaba razón al banquero cántabro. Muchas entidades de crédito y, en particular, cajas de ahorro no supieron ser selectivas a tiempo y ahora cargan con una deuda difícil de cobrar. Sólo por poner un ejemplo, cuando Martín, ya adquirida Fadesa, solicitó una inyección de capital de 600 millones recibió solicitudes de las entidades financieras -"sus compañeras de viaje", las llamaba entonces- por cinco veces más de lo que pedía.

Fernando Martín también se queja amargamente a sus íntimos de las "minas" que se encontró en la cartera de Fadesa cuando se la adquirió al empresario gallego Manuel Jove. "Él tiene a orgullo que nunca ha fallado a sus compradores. Cuando llegó se encontró con 2.000 viviendas prevendidas por Fadesa que no contaban con licencia. Y lo primero que hizo fue retirarlas de la preventa", dicen en fuentes próximas al empresario. Lo mismo ocurrió en Alto del Cuco, una urbanización de 400 viviendas que fue declarada ilegal por el Tribunal Superior de Cantabria.

Y es que, a diferencia de otros ladrilleros a los que el dinero fácil volvió exquisitos, Martín el Chato, como se le conocía en el equipo de fútbol de su pueblo, y que presume de no tener avión ni yate, se sabe al dedillo todo el proceso de una promoción, desde que se recalifica el terreno, hasta que se pone la caseta, o cuando los vecinos denuncian humedades a la entrega de las llaves. "Incluso cuando estaba en plena negociación del crédito no dudó en viajar a una urbanización de Zaragoza que tenía problemas", indican fuentes cercanas al empresario. "No se ha tomado más que tres días de vacaciones en todo un año, que se fue a Miami. Eso y ver el partido en Viena del España-Italia de la Eurocopa".

"La historia de este empresario es justamente la opuesta a la del promotor al uso, aquel que entraba en el negocio en el momento en el que el ciclo era expansivo y, cuando comenzaba a caer, cogía el dinero y salía corriendo. En lugar de eso, Martín y otros empresarios han reinvertido su dinero en el negocio, y eso ha supuesto riqueza para el país y empleo, y ahora son los que atraviesan más dificultades", señala Pedro Pérez, ex secretario de Estado de Economía en el último Gobierno de Felipe González y que conoce bien las filas del banco socialista.

Pérez es de los pocos que, con nombre y apellidos, se atreve a defender a Martín en estos momentos tan difíciles. Algunos de sus colegas más señalados -tanto amigos como adversarios- de Metrovacesa (Joaquín Rivero e Ignacio López del Hierro), Fadesa (Manuel Jove), Sacyr Vallehermoso (Luis del Rivero) o Reyal Urbis (Rafael Santamaría), por citar algunos con los que ha intentado contactar este diario, declinaron hacer cualquier comentario. "No es el momento", han coincidido.

Martín está escocido con el Gobierno, pero no con todos sus miembros. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, es ahora su principal valedor. Su propuesta de que el Estado recompre suelo para hacer viviendas de protección oficial causó sorpresa. Pero no en el seno de Martinsa, porque su Consejo de Administración ya había discutido esta posibilidad el pasado 14 julio, según señalan en fuentes de la empresa. Solbes no quiere ni oír hablar del tema, que ya cuenta con el apoyo de la ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, si bien esta ha insistido en que ha de ser un proceso abierto y de libre concurrencia.

Y mientras unos y otros resuelven sus cuitas, 12.000 familias esperan ansiosas la entrega de su vivienda. Curiosa paradoja que el mayor propietario de suelo de España no sienta ahora el suelo bajo sus pies.

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El limbo en el mar de la CIA

Hay lugares peores que Guantánamo. La CIA ha creado un limbo en el mar para sospechosos de terrorismo islamista lejos de testigos incómodos. La verdad apenas empieza a abrirse paso

Este barco está haciendo algunas cosas buenas que no puedo revelar", espetó después del 11-S el vicealmirante norteamericano David Brewer sobre una de sus criaturas más preciadas, el buque de asalto anfibio USNS Stockham, uno de los gigantes de la Armada de Estados Unidos que operan desde la base norteamericana de Diego García, una isla británica en el océano Índico.

"Mi compañero de celda me dijo que la prisión del barco era peor que Guantánamo", dice el ex preso Moazzam Begg

"En Bagram me hablaron de las cárceles flotantes. De cómo llevaron a Al Libi en una caja hasta el barco"

Un libio trasladado al buque 'USS Bataan' se halla desaparecido. Una lista oficial asegura que ya no es un peligro

Altos mandos de la Armada de EE UU confirmaron el traslado de varios detenidos a diferentes barcos

Los barcos sospechosos operan en Diego García, una isla británica convertida en centro secreto de detención

Agentes de la CIA alquilan barcos privados en aguas de África para interrogar a su antojo a los islamistas detenidos

Meses después de esta intrigante declaración, en las celdas de Guantánamo (Cuba), el ruso Rustam Akhmiarov y el británico Moazzam Begg recibieron confidencias de sus compañeros de campo en las que les hablaron de un limbo en el mar, de cárceles flotantes mucho peores que la base en Cuba. A ambos les explicaron en qué consistían las "buenas acciones" de barcos como el Stockham.

Rustam todavía tiene grabada la frase de aquel preso afgano, un hombre de unos treinta años que hablaba ruso: "Antes de venir aquí estuve preso en un barco norteamericano junto con otras cincuenta personas. Nos tuvieron encerrados en las bodegas. Aquello era como si lo vieses en la televisión, igual que una película. Nos golpeaban y trataban peor que aquí, en Guantánamo". Rustam ignora el nombre de su interlocutor, pero ahora, fuera ya del infierno, habla desde Rusia con otros "hermanos" que conocieron a este prisionero para que le ayuden a identificarlo.

Entre marzo y julio de 2004, el Military Sealift Command (MSC), que depende del Ministerio de Defensa de EE UU, dirigido por Brewer desde agosto de 2001 hasta su retiro en 2006, modificó el USNS Stockham para dotarlo con capacidades adicionales de apoyo a la lucha global contra el terrorismo que incluían un módulo médico, nuevas comunicaciones, pistas de aterrizaje y otras consideradas secretas. La inversión fue de tres millones de dólares. En realidad, éste y otros barcos anfibios de la Armada de Estados Unidos se adaptaban para una nueva y "buena" misión de la que sus comandantes no pueden hablar: un limbo en el mar, un Guantánamo separado de la tierra donde se esfuma cualquier responsabilidad. José Ricardo de Prada, ex juez internacional en la Sala de Crímenes de Guerra de la Corte de Bosnia-Herzegovina, lo explica: "En una cárcel así no hay referencia ni anclaje territorial. La patente de corso es total. Nadie se hace responsable".

El británico Moazzam Begg, secuestrado en su casa de Islamabad (Pakistán) y preso en Guantánamo durante tres años, también oyó historias sobre las cárceles flotantes de la CIA, uno de los secretos mejor guardados de la denominada guerra global contra el terror de la Administración de Bush, según relata a EL PAÍS. Moazzam reside en Birmingham (Reino Unido) y recuerda los testimonios de sus compañeros. "David Hicks, el talibán australiano, estaba en Guantánamo en una celda próxima a la mía. Me contó que, después de detenerlo, le llevaron a un barco prisión. Le interrogaron durante varios días; le insultaron, golpearon, patearon y abofetearon. Le torturaron. Me dijo que allí estaba también John Walker, el norteamericano convertido al islam. Me confesó que aquello era peor que el sitio donde estábamos".

A Begg, de 40 años, casado y padre de cuatro hijos, aquella historia le resultó familiar. "Cuando estuve detenido en la base aérea afgana de Bagram", recuerda, "los agentes de la CIA que me interrogaron, me dijeron que si no colaboraba me mandarían al mismo lugar que a Al Libi (Ali Abdul-Hamid al Fakhiri), un preso que había estado en un barco prisión y que desde entonces está desaparecido. Allí y en Kandahar, varios prisioneros de Bagram me hablaron de las cárceles flotantes, de cómo habían llevado a Al Libi en una caja de madera hasta un barco. Los relatos eran muy parecidos".

El talibán australiano David Hicks, el mulá afgano Abdul Salam Zaeef, el norteamericano convertido al islam John Walker Lindh y el libio Ali Abdul-Hamid al Fakhiri han revelado a gente como Begg su estancia en los bajos de barcos de la Armada norteamericana convertidos en prisiones flotantes. Allí los prisioneros eran maltratados y golpeados con la culata de los rifles. Les tomaron fotografías y fueron interrogados por psiquiatras y psicólogos, tipos de distintas nacionalidades que, después de las sesiones de tortura, aparecían con sus batas blancas de aspecto inofensivo y lanzaban mensajes tan naturales y desconcertantes como éste: "Tranquilo, chico, cuéntame tus sueños".

Hicks, el talibán australiano, de 32 años, casado y padre de dos hijos, conoció dos cárceles flotantes. Primero, la del USS Peleliu, un barco norteamericano de asalto anfibio bautizado con el nombre de una batalla de la II Guerra Mundial. Más tarde fue trasladado al gigante Bataan, otro barco de asalto en el que probablemente estuvo preso el afgano que se confesó ante su vecino de celda.

El 11 de enero de 2002, Hicks fue trasladado en un vuelo de la CIA, junto con otros 24 prisioneros, desde Kandahar hasta Guantánamo. El avión C-141 Starlifter hizo escala en Morón de la Frontera (Sevilla), según datos de la autoridad aeroportuaria portuguesa que ha obtenido Reprieve, la ONG británica que defiende a presos de Guantánamo. AENA ha asegurado a la Audiencia Nacional que no le constan datos de ese vuelo, pero el juez Ismael Moreno y el fiscal Vicente González Mota investigan estos traslados.

Cuando llegó a Guantánamo, Hicks se dejó el pelo largo para proteger sus ojos de la luz permanente que iluminaba su celda, según explicaron sus abogados. Hace un año fue el primer preso en comparecer ante un tribunal militar en Guantánamo: lo hizo envuelto en sus melenas y en el uniforme caqui que visten los presos de buena conducta. Se declaró culpable de los cargos que le imputaban -recibir entrenamiento en un campo de Al Qaeda y luchar con los talibanes durante la invasión de Afganistán a finales de 2001- quizá para lograr que le dejaran cumplir su condena en Australia. "Ha vivido durante cinco años en el infierno. Sólo quiere volver a casa", declaró Terry Hicks, su padre, a una radio australiana. En diciembre de 2007 lo logró y regresó a su país. Allí cumplió nueve meses de una sentencia de siete años, y quedó en libertad condicional.

John Walker, de 22 años, el talibán norteamericano convertido al islam, fue capturado por las fuerzas de la Alianza del Norte (fuerzas afganas contrarias a los talibanes) en noviembre de 2001. Su primera celda fueron las bodegas del USS Peleliu, el mismo navío en el que estuvo el australiano. A bordo recibió tratamiento médico para la deshidratación, hipotermia y congelación. Un doctor extrajo la bala que dos semanas antes se había alojado en su pierna, según han declarado médicos militares. Su familia asegura que durante aquellos días fue interrogado sin abogado y sin que se le informara de sus derechos. El general Tommy Franks declaró entonces: "Continuaremos controlándole a bordo del Peleliu hasta decidir si lo juzgamos por lo militar o por lo civil".

Walker ya ha sido juzgado y cumple una pena de 20 años de cárcel por unirse al ejército talibán. "Fue víctima de la histeria posterior al 11-S. Mi hijo no luchó contra los americanos. Se ha interpretado mal su historia", ha declarado Frank, su padre.

En el USS Bataan, y junto a David Hicks, el talibán australiano, estuvo también el mulá Abdul Salam Zaeef, el antiguo embajador del Gobierno talibán en Pakistán, el hombre de la barba y el turbante que se hizo famoso por las ruedas de prensa posteriores al 11-S en las que, rodeado de toda la prensa internacional, defendía a capa y espada al mulá Omar. Zaeef, de 41 años, fue detenido en enero de 2002 en su casa de Islamabad y encerrado una semana en una celda en las tripas del Bataan, según él mismo ha confesado. Allí fue interrogado varias veces sobre el paradero de Bin Laden. Los servicios secretos norteamericanos creían que conocía su escondite en las montañas de Tora Bora.

Desde la celda del barco prisión, Zaeef fue trasladado a la base aérea afgana de Bagram, la misma en la que estuvo el británico Begg. Allí permaneció varios meses hasta su viaje a Guantánamo, donde, durante tres años, escuchó centenares de veces la misma pregunta: "Tú lo sabes. ¿Dónde están Bin Laden y el mulá Omar?". En septiembre de 2005, el Gobierno norteamericano decidió que el diplomático talibán no era peligroso y se le puso en libertad. Ahora vive en Afganistán junto a sus dos esposas y sus ocho hijos.

El libanés Ali Abdul-Hamid al Fakhiri tuvo peor suerte. Informes oficiales obtenidos por varias organizaciones de derechos humanos aseguran que el 9 de enero de 2002 estaba en una celda a bordo del USS Bataan. Desde entonces nadie conoce su paradero y sólo se sabe que fue trasladado a Egipto. Allí se perdió su pista. Informes de Amnistía Internacional aseguran que un funcionario estadounidense ha admitido el traslado de Al Fakhiri a un tercer país para continuar con su interrogatorio. El 19 de julio de 2006, su nombre se incluyó en una lista de terroristas que ya no constituyen una amenaza para EE UU. Una relación en la que se pueden encontrar nombres de muchos desaparecidos sobre los que la CIA no da ninguna explicación.

Al Fakhiri fue detenido en noviembre de 2001 en Kohat (Pakistán) por agentes del ISI, el temible servicio secreto paquistaní. Le acusaron de dirigir un campo de entrenamiento terrorista del Grupo de Combate Islámico de Libia en Al Khaldan (Afganistán). Al igual que centenares de detenidos, fue vendido a los agentes de la CIA. Algunos testimonios sin confirmar aseguran que este preso se encuentra en una cárcel de Trípoli, enfermo de tuberculosis. Su nombre figura en la lista de desaparecidos de seis organizaciones de derechos humanos. Estados Unidos nunca ha reconocido su detención. Pero si no le han detenido, ¿por qué incluyen su nombre en la lista de terroristas que ya no son una amenaza para ese país?, se preguntan sus familiares. Nadie del Gobierno norteamericano ha aclarado esta contradicción.

El testimonio a EL PAÍS del británico Moazzam Begg o las pistas que estos y otros presos dejaron en los buques norteamericanos convertidos en cárceles flotantes no son la única prueba sobre el nuevo limbo creado por los servicios secretos de EE UU.

El almirante John Stufflebeem confirmó en 2001 los traslados de Walker, el talibán norteamericano, y de otros presos al USS Peleliu. "Uno [de los recluidos] es el señor Walker. Los otros cuatro no eran afganos, creo que eran una mezcla de talibanes y miembros de Al Qaeda. No tengo más detalles. No sé sus nombres o el grado que tenían". Y justificó así su presencia en los barcos: "El comando central lo determina por cuestiones médicas, para su protección y aislamiento, para que no vengan fuerzas a rescatarlos del centro de detención, por seguridad y obviamente para seguir interrogándoles". Ese mismo año, en 2001, el entonces subsecretario de Defensa, Paul Wolfowitz, señaló: "Ustedes saben que hemos tenido cinco detenidos a bordo del Peleliu, uno australiano, otro norteamericano y tres talibanes de Al Qaeda. Son gente importante, pero una de las razones para no identificarlos todavía es que no estamos seguros de que sus compinches sepan que les tenemos".

Entonces nadie sospechó que algunos barcos de la Armada se habían transformado en cárceles flotantes, pero cuatro años después, en junio de 2005, el relator especial de la ONU para asuntos de terrorismo lanzó una advertencia rotunda: "Tenemos pruebas muy serias de que Estados Unidos está deteniendo a sospechosos de terrorismo en varios lugares del mundo, especialmente a bordo de cárceles flotantes en la región del océano Índico".

Ahora, Reprieve, la ONG de abogados británicos que investiga los vuelos de la CIA, presenta nuevas pruebas sobre el limbo flotante creado por los servicios secretos norteamericanos. Señala en sus informes a 17 barcos de la Armada norteamericana que, presuntamente, están siendo utilizados para interrogar a prisioneros lejos de testigos incómodos. Clara Gutteridge, de 30 años, investigadora de Reprieve y autora de un informe preliminar sobre el limbo marino, explica en su oficina de Londres que se ignora el número de personas que han permanecido presas en estos barcos. "No sabemos cuántos sospechosos han sido encarcelados en ellos, pero hay gente que habla de haber convivido en uno de ellos hasta con cincuenta personas. El Pentágono está destruyendo interrogatorios y fotografías de estas cárceles flotantes, pero estas pruebas existen, ahora están clasificadas y acabarán saliendo a la luz". El comandante Jeffrey Gordon, portavoz de la Armada de Estados Unidos, ha negado la existencia de estas prisiones y sólo reconoce que algunos detenidos permanecieron allí durante los primeros días de su detención.

Gutteridge responde que las cárceles flotantes no son transitorias, como dice Gordon, y que su misión es "mantener a prisioneros lejos de la mirada de la prensa, de sus abogados o de sus países de origen. Se les interroga a bordo durante un periodo determinado y luego se les traslada a lugares desconocidos". Y habla de una teoría geográfica que explicaría por qué tantas pistas apuntan a la isla británica de Diego García, en el océano Índico, donde operan el Stockham, el Bataan y otros buques de los que el vicealmirante Brewer no puede revelar su actividad en la lucha contra Al Qaeda.

En Diego García se halla una de las mayores bases navales y aéreas norteamericanas fuera de Estados Unidos. La isla acoge a la VII Flota del Índico, a los bombarderos B-52 que operan en Irak y Afganistán y a escuadrillas de submarinos dotados de misiles antinucleares. Es un fortín inexpugnable.

Allí no hay testigos. Los pobladores, descendientes de emigrantes indios y antiguos esclavos, fueron obligados a abandonar la isla hace 30 años, justo cuando llegaron los militares norteamericanos. Algunos de sus descendientes todavía dirimen en los tribunales su derecho a regresar. Ahora, Diego García se ha convertido en un centro de interrogatorio secreto, según han revelado ex agentes de EE UU. Uno de ellos confesó al juez Baltasar Garzón que Mustafá Setmarian, de 50 años, miembro de la cúpula de Al Qaeda detenido en 2005 en Quetta (Pakistán) y luego desaparecido, fue trasladado a Diego García. Al igual que en el caso del desaparecido Al Fakhiri, el 19 de julio de 2006 la Administración norteamericana incluyó su nombre en la lista de terroristas que ya no constituyen una amenaza. ¿Estuvo también Setmarian en una cárcel flotante?

El general norteamericano Barry McCaffrey, un hombre respetado en el ejército y antiguo combatiente en Vietnam, ha reconocido varias veces que "sospechosos de terrorismo" han sido trasladados a la isla, y el Consejo de Europa hizo una declaración en junio de 2007 en la que se afirmaba que "está confirmado que agencias de inteligencia de EE UU han utilizado el territorio de Diego García, cuya responsabilidad legal internacional corresponde al Reino Unido, en los interrogatorios de detenidos de alto interés".

La investigadora británica explica así su teoría geográfica sobre los traslados de presos: "Los servicios secretos necesitan tener cerca a diferentes presos para contrastar sus respuestas en los interrogatorios. En la Comisión de Investigación del 11-S ya se habló de la decisión estratégica de tenerlos en la misma zona". Peces gordos de Al Qaeda como Abu Zubaida, Khalid Shaikh Mohamed o Ramzi Binalshibh (estos dos últimos, organizadores del 11-S) fueron interrogados en una cárcel secreta de Tailandia y luego trasladados a Polonia, donde se halla una de las prisiones ocultas en Europa. Se sospecha que también pasaron por Diego García para ser sometidos a careos con otros presos y buscar contradicciones en sus relatos.

"El Gobierno británico sabe lo que está ocurriendo allí. Está compartiendo la información que se obtiene en Diego García. Seguro que reciben informes de los detenidos, pero no de las circunstancias y de los lugares secretos donde están los detenidos", acusa Clara Gutteridge. "Nuestro Gobierno también es cómplice", apostilla Clive Stafford, el director de Reprieve, un letrado que ha asistido a varios presos en Guantánamo.

Uno de los barcos en el punto de mira de la ONG es el USS Ashland. En 2007 este buque navegó por las costas de Somalia y dirigió operaciones para capturar terroristas de Al Qaeda, vigilar el tráfico marítimo e interrogar a las tripulaciones de barcos sospechosos. Numerosos detenidos por las fuerzas de Somalia, Kenia y Etiopía fueron interrogados por miembros del FBI y de la CIA. Según la organización humanitaria londinense que dirige Stafford, el Ashland y otros barcos que operaban por el golfo de Aden fueron el escenario de estos interrogatorios. Alrededor de cien personas han "desaparecido", sostiene, en su camino hacia prisiones de esos tres países africanos y de Guantánamo. "Muchos de los desaparecidos pueden estar presos en algunos de estos barcos", sugiere Moazzam Begg, el ex preso de Guantánamo que recibió los primeros testimonios.

En septiembre de 2006, George Bush declaró que "las prisiones secretas están ahora vacías", pero Reprieve y otras organizaciones de derechos humanos aseguran lo contrario. "En los últimos seis meses, nosotros y otras asociaciones hemos seguido más de 200 casos de detenciones secretas", aseguran los informes de esta ONG; en uno de ellos, titulado Sin rastro oficial, seis organizaciones de derechos humanos cifran en 39 las personas desaparecidas. Un informe oficial del Congreso estadounidense estima en más de 14.000 las personas que han sido objeto de rendición y detenciones secretas desde 2001. EE UU admite que ha capturado a 80.000 prisioneros en el marco de la denominada guerra contra el terror.

Reprieve persigue ahora nuevas pistas sobre las cárceles flotantes. Sus investigadores creen que la CIA alquila barcos privados con banderas de conveniencia de países como Panamá u otros para mantener presos ocultos en aguas de África, un continente donde los grupos asociados a Al Qaeda están cada día más presentes. Es otra vuelta de tuerca para evitar testigos militares que se puedan volver incómodos en el futuro.

Moazzam Begg, el ex preso británico en Guantánamo al que sus compañeros de celda confesaron la existencia de las cárceles flotantes, explica la diferencia entre estar en Guantánamo o pasar por un barco prisión. "En el barco pueden hacerte todavía más daño. Nadie sabe dónde estás, ningún abogado o miembro de Cruz Roja puede visitarte o identificarte. Es el limbo de los limbos. El aislamiento es absoluto. Tus captores son los únicos testigos". Begg dirige sus críticas a los Gobiernos de Pakistán -país donde fue entregado a agentes de la CIA- y Estados Unidos. "¿Cómo acabar con esto?", se pregunta. Y responde: "Las víctimas debemos resistir, y los Gobiernos y servicios de inteligencia de Pakistán y EE UU deben reconocer que lo que están haciendo es absolutamente equivocado".

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Montilla afirma que Catalunya está por delante de Zapatero

  1. El líder de los socialistas catalanes clausura el congreso con un exigente discurso
  2. "No nos ha gustado la música" de la propuesta del Gobierno en financiación autonómica, asegura
El president, José Montilla, ha clausurado hoy el 11° congreso del PSC con un exigente discurso ante José Luis Rodríguez Zapatero, al que ha recordado que para el PSC está por delante de todo la defensa de Catalunya, a la que ha pedido que "no decepcione" en cuestiones como la financiación.

Ante los delegados del PSC y el presidente del Gobierno, al que ha recordado que él mismo apoyó el nuevo Estatut, Montilla ha admitido que "no nos ha gustado la música" de la propuesta del Gobierno en financiación autonómica, una cuestión "inaplazable" de resolver pese a los "costes" que pueda generar al PSOE en el resto de España por los "prejuicios" que hay respecto de los catalanes.

"Los socialistas catalanes te queremos bien, te queremos mucho, pero aún queremos más a Catalunya y a sus ciudadanos, los queremos apasionadamente, nos debemos a ellos, nos debemos a sus ciudadanos, a sus problemas, a sus expectativas, a su justas demandas, a su cultura, a su lengua y a su Estatut, que vamos."

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Las españolas vuelven a los prostíbulos

La crisis empuja a muchas mujeres a volver a un oficio copado por extranjeras - Los precios se derrumban y el cliente es más vejatorio y exigente

Una madame -o mami, en jerga más actual- presenta a la chica como Ana. Es muy joven, guapa, de aspecto poco artificioso. Viste la camiseta de la selección nacional de fútbol y un tanga. "Es natural, cercana, es lo que tienen las señoritas españolas", dice su madame. Ana tiene una mirada mortecina y una sonrisa suave cuando da dos besos al cliente. Dice que lleva muy poco en el negocio, que acaba de empezar.

"Sé de compañeras que cobraban 80.000 pesetas y hoy piden 40 euros"

Algunas españolas se prostituyen a tiempo parcial para pagar deudas

Los proxenetas ofrecen jóvenes a los clientes por lo que lleven en el bolsillo

Los golpes envían a las chicas a la calle. En los clubes no se admiten las marcas

Es de madrugada. Ella ejerce de prostituta en una casa-club de teórico alto nivel, muy conocida en la costa mediterránea. Está a medio camino entre un local y un bajo. Es un formato en alza. Son espacios personalizados. Algunos cobran unos pocos euros la hora; otros, unos 150 o 200 euros el servicio. Pero unos y otros, en tiempos de mayor bonanza económica, habrían sido mucho más caros.

Al invitado le recibe una mujer madura. Hace sentar al cliente y tomar una copa y empiezan a desfilar mujeres, no demasiadas, las suficientes para que las recuerde. Algunas casas-club tienen horario de 24 horas y despiertan a las chicas cuando hay faena. El horario diurno facilita que el cliente acuda a la hora de almorzar; la discreción, la atención de la madame y diferentes ofertas especiales -a partir de 20 euros- han hecho que se mezclen los tipos con corbata y los que llevan mono de taller. Las casas de citas y locales de este estilo se multiplican sin regulación. Las chicas nacionales destacan. Se las muestra como atracción.

Con el boom de la prostitución extranjera en años pasados, las españolas parecían haber desaparecido del mercado, excepto del más marginal, el de los polígonos de pueblo. Ahora, en los anuncios de prostitución en periódicos y en televisiones locales se grita su presencia. Incluso, la especificidad local: señoritas catalanas, andaluzas... Según Laura, propietaria de una casa de masajes en pleno centro de Valencia, "cada día más chicas nacionales se ofrecen ahora para trabajar". Por ejemplo, Laura, de mediana edad, que fue prostituta, es española. "Caí en esto por falta fuerte de dinero", cuenta. "Hace años, las muchachas españolas podían trabajar de gogó de discoteca o de lo que hiciera falta, no necesitaban recurrir a esto, pero hoy la economía va muy mal". "Además", insiste, "ahora los mismos clientes pagan más por ellas". En su momento sucedió lo mismo con las extranjeras esculturales que llegaban a través de las mafias. Ahora, hasta en webs especializadas se destaca si tal o cual chica ha nacido en España.

La fundación Amaranta, dedicada a la acción social con mujeres en exclusión, ha comprobado este aumento de prostitución española en pisos particulares. Y también a través de Internet o el teléfono. En estos últimos casos, el sexo se practica en la calle, en el coche del cliente. "Son chicas que quieren conseguir dinero rápidamente y de manera concreta. Ven en la prostitución una posibilidad de hacer que cambie todo", explica Pilar Casas, directora de Amaranta. "En la mayoría de los casos se trata de casi adolescentes con un panorama familiar y social muy desestructurado". Piensan que el dinero les permitirá una vida más fácil, diferente de la que conocen. "Tienen un historial variado de abusos, poca cultura y habilidad social, y nula autoestima". Pilar Casas cree que son, de algún modo, "chicas para las que hoy es muy difícil participar del sistema y de sus exigencias, más aún en una situación de crisis económica".

Aunque en clubes y en la calle hay un 85% de extranjeras, las españolas ya llegan al 30% en las casas de citas, según Amaranta. Ese camino va unido al consumo de alcohol y cocaína. "Cada vez es más común", indica Laura. "La mayoría de las españolas ya tomaban antes de ser prostitutas, y, cuando ejercen, acaban de hundirse", añade. Según Pilar Casas, "muchas se buscan a traficantes como compañeros".

Un estudio de Carmen Meneses, de la Universidad Pontificia de Comillas de Madrid, constata que las entrevistadas españolas habían tenido un consumo experimental de cocaína previo al ejercicio de la prostitución, mientras que el resto no. El alcohol y la cocaína les permiten sobrellevar la actividad que realizan. Algo que, por regla general, aborrecen. "Las consecuencias del consumo pueden llevar a la desprotección en las prácticas sexuales y a ser víctimas de agresiones por parte de los clientes". Esto se suma como una condena a todo tipo de deudas, algo que hoy atenaza a muchas jóvenes meretrices. Desde la hipoteca o alquiler, en el caso español, al pago a los mafiosos, en los de extranjeras. Desde el reparto de beneficios con proxenetas o dueños de club a la cirugía estética, algo muy común en las prostitutas del sector medio-alto.

Bien lo sabe Alicia, que cuenta a sus clientes que es venezolana, pero nació en Ecuador. Era de las que cobraba "50.000 pesetas antes del euro" en un pequeño y vetusto club de lujo español. En los últimos años, el precio no hizo más que bajar y el club cerró. Ahora, ha llegado a cobrar 60 euros en un enorme local de carretera, "y menos, si hace falta".

"En el mercado del supuesto lujo, los precios caen", corrobora Rocío Nieto, de la asociación para la reinserción de mujeres prostituidas APRAMP. Es consecuencia de la economía y de la increíble competencia. Según Nieto, "genera una mayor explotación, que expone a las mujeres a todo tipo de riesgos". Las prostitutas de lujo "se diferencian del resto en su educación y en sus maneras", explica Pilar Casas, de Amaranta, "pero también suelen provenir de un panorama íntimo de abusos". Según su experiencia, "como el cliente paga más, y ahora es una mala época, el trato es aún más vejatorio y exigente".

Parece estipulado que hay más de 300.000 chicas que alquilan su cuerpo en España. Se han barajado cifras estratosféricas y se ha especulado con la posibilidad de que el sector mueva de 32 a 40 millones de euros diarios. "Antes, la hermosura y la juventud se pagaban con mucho dinero en un club", explica Alex, antiguo propietario de casas de citas. "Ahora todas las señoritas son hermosas y jóvenes. La sensación es que hay más prostitutas regulares que clientes habituales".

Eso parece en El Caminàs, un largo sendero entre huertos castellonenses. Como en otros lugares de España, allí, ahora mismo, abundan las muchachas rumanas jóvenes y bellas que años atrás hubieran podido pertenecer al sector del lujo. Ahora, el chulo incluso las lleva del huerto a la casa del cliente en una moto de campo por 10 o 20 euros. También recorre esos campos una furgoneta con dos proxenetas, un colchón y varias rumanas. Los tipos le ofrecen la chica a cualquiera por lo que lleve en el bolsillo.

Otras muchachas son transportadas cada día en furgón hasta esa zona, donde pasan jornadas de 10 horas o más. Llevan sillitas de playa, algún bocadillo y una botella de agua que les quita la sed y les hace de bidé. Aceptan prácticas sexuales extravagantes y de riesgo. "Sólo lo normal no suele pedirlo ya casi nadie", explica Sofía. Dice que es de Jamaica, pero es africana. Decenas de chicas compiten con ella. Sofía aprieta un móvil con la mano; con él avisa a su vigilante -su proxeneta, que de vez en cuando aparece por los naranjos- cuando tiene un cliente.

Chicas moldavas se arrastran por El Caminàs con algún ojo morado y hasta con señales de mordiscos en la cara. Según la Unidad Central contra las Redes de Inmigración, la prostitución mafiosa de Europa del Este es la principal en España. La edad de las chicas oscila entre 18 y 22 años. Los golpes de los proxenetas las empujan a los caminos.

Laura no permite la interferencia de mafias. "Vinieron unos rusos a ofrecerme señoritas, que se podían cambiar cada cierto tiempo, y les dije que se fueran". "Si aceptas eso, luego te piden que abras 24 horas, luego que trafiques, va todo unido", expone. Tampoco ha tenido nunca orientales, que ahora se multiplican. "Las hacen pasar por japonesas, pero son chinas", explica.

Un trabajo realizado por investigadores del Instituto de Salud Carlos III (publicado en la revista Sexuality Transmited Infections) cataloga a España como el territorio desarrollado con mayor prevalencia de relaciones sexuales venales: uno de cada cuatro hombres ha pagado por sexo. La prostitución está asimilada. Especialmente, el moderno club de carretera ha sido el gran dispensador de ella. Pero hoy la discoteca sexual de grandes dimensiones también pasa por dificultades. El modelo se agota.

"Parece que está variando", explica Esperanza Casals, sexóloga y directora del grupo de psicología aplicada Espai. "Se ha dado una asimilación de la prostitución como un consumo lúdico y masivo desligado de la moral. Y lo ha hecho a través de la propaganda de esos locales, de la vinculación de su oferta a las despedidas de soltero y al fin de semana". Ahora, en época de recesión, intentan vender lo mismo de otro modo. Al igual que las tiendas de precio medio emulan los diseños de las firmas italianas, estos locales ofrecen clase preferente a precio de calle. El alto standing, sin serlo. Rebajas todo el año.

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Los últimos desaparecidos de Pinochet
El juez Mario Carroza ha ordenado el procesamiento y arresto del ex vicecomandante del Ejército, ex integrante de la Junta Militar y luego senador designado, general retirado Santiago Sinclair y el de otros 26 militares, la mayoría de ellos adscritos a los servicios de seguridad de la época.
Sinclair, junto al ex jefe de la Dirección e Inteligencia del Ejército general retirado Hugo Prado y el actual coronel en activo Marco Antonio Bustos, fue imputado por el secuestro en septiembre de 1987 de cinco militantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), una organización guerrillera que un año antes había atentado contra la vida de Pinochet. Los cinco militantes de izquierda fueron secuestrados para realizar un canje por el entonces coronel Carlos Carreño que estaba en poder del FPMR desde el 1 de septiembre de 1987. Los secuestros de los cinco jóvenes se produjeron entre el 9 y 10 del mismo mes en Santiago.
Por entonces, Sinclair ocupaba la vicecomandancia del Ejército y ejercía en plenitud las atribuciones del jefe de la rama castrense, pues Pinochet estaba dedicado a sus tareas en la jefatura del Estado. Sinclair era el más cercano colaborador del dictador que murió en el 2006, tanto que Pinochet también lo nombró su representante ante la Junta Militar que integraban los jefes de las Fuerzas Armadas y que actuaba como el poder legislativo. Más tarde, ya iniciada la recuperación democrática, Sinclair fue senador designado en representación del Ejército y con la venia de Pinochet, hasta 1998.
El juez Carroza estableció que a fines de 1987, y cuando el coronel Carreño ya había sido liberado en Brasil por el FPMR, Pinochet ordenó eliminar a los cinco jóvenes secuestrados. Esto quedó de manifiesto en una reunión de coordinación de los servicios de seguridad a la que asistió Sinclair y dio luz verde a la operación para borrar todo vestigio de los cinco izquierdistas que vivían en la clandestinidad cuando fueron arrestados. Al igual que como lo había hecho la DINA años antes, los cinco jóvenes fuerona sesinados en un cuartel, luego puestos en sacos con cadenas y finalmente transportados en un helicóptero para ser arrojados al mar a unos 120 kilómetros de Santiago.
Aunque Sinclair y los otros militares obtuvieron su libertad bajo fianza, el proceso estableció por primera vez la responsabilidad institucional del Ejército en cinco de los casi tres mil casos de ejecuciones sumarias y desaparición forzosa ocurridas en los 17 años de la dictadura de Pinochet.

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Más vale tarde que nunca

Cinco años de conflicto, más de trescientos mil muertos y cerca de tres millones de desplazados y refugiados parece que han sido razón suficiente para que la Corte Penal Internacional se plantee de una vez por todas poner a cada uno en su sitio. El fiscal jefe Luis Moreno Ocampo ha acusado al presidente de Sudán, Omar al Bachir, de crímenes de guerra, lesa humanidad y genocidio en Darfur, una medida que sin duda alguna es un paso adelante para la promoción de la justicia internacional, pero que sin embargo llega muy tarde, una vez más, para todas las víctimas del genocidio.
Víctimas como esta niña y toda su comunidad, que tuvo que abandonar su aldea tras un ataque de las milicias extremistas progubernamentales Janjawid.

1 comentari:

Anònim ha dit...

Realment creus que algú llegirà tot això...

ets patètic!

Una persona intel·ligent.